martes, 23 de septiembre de 2008

Teatro Colon



Los espectáculos teatrales en Buenos Aires se iniciaron a fines del siglo XVIII. En tiempos del Virrey Vértiz, se construyó el Teatro de la Ranchería, en la esquina de Perú y Alsina. Allí se estrenó, en 1789, la primera versión de Siripo de Manuel José de Labardén. Como complemento de los dramas y comedias, se ofrecían tonadillas –como se hacía en España– que cantaban las actrices y los actores con acompañamiento de guitarra y concluían con el baile de boleras y seguidillas. El Teatro de la Ranchería, o Casa de Comedias, fue destruido por un incendio en agosto de 1792. Hasta la construcción del Teatro Coliseo en 1804, Buenos Aires permaneció sin teatro, pero la actividad se realizaba en cualquier lugar adecuado y accesible a la concurrencia.
Las primeras manifestaciones de teatro lírico comenzaron a principios del siglo XIX. Después de la Revolución de Mayo, se inició una intensa actividad musical. Antonio Picassarri –pianista, cantante y director de orquesta– introdujo el canto operístico y sobre la década del ’20 llegaron los primeros artistas europeos. Recién en 1825, se formó la primera compañía lírica y pudo ofrecerse en Buenos Aires una ópera completa, Il barbiere di Siviglia.
Los problemas políticos del gobierno de Rosas alejaron a los artistas, pero, a partir de 1848, la actividad cobró nuevo impulso. Las representaciones se realizaban en el Teatro de la Victoria, en el Teatro Argentino y en el modesto Teatro Coliseo. Las temporadas incluían títulos de Verdi, Bellini, Donizetti, de acuerdo con la moda imperante en Europa.

La Sala del Teatro Colon




La sala
La sala, en forma de herradura, cumple con las normas más severas del teatro clásico italiano y francés. La excelencia de la acústica ha sido objeto de reconocimiento internacional.La planta está bordeada de palcos hasta el tercer piso. La herradura tiene 29,25 metros de diámetro menor, 32,65 metros de diámetro mayor y 28 metros de altura. Tiene una capacidad total de 2.478 localidades, pero también pueden presenciar los espectáculos alrededor de 500 personas de pie. Las localidades de Cazuela se ubican en el 4º piso, las de Tertulia en el 5º, las de Galería en el 6º, y las correspondientes a Paraíso en el 7º piso. Esta disposición característica de la época en que fue construido, ha sido trabajada artísticamente para que el aspecto visual de la sala se valorice por la armonía, el buen gusto de los adornos empleados y la coloración lograda en todos los detalles.

martes, 16 de septiembre de 2008

Obelisco Nocturno


Nosotras creemos que el Obelisco es considerado un monumento histócio nacional ya que esterecuerda en cada una de sus caras un hecho histórico porteño: la primera fundación, en 1536; la segunda y definitiva, en 1580; la primera vez que se izó la bandera nacional en la ciudad, en 1812 (en la iglesia de San Nicolás, que se levantaba precisamente donde hoy está el Obelisco); y la constitución de Buenos Aires como capital argentina en 1880.

Obelisco


El Obelisco es uno de los símbolos característicos de Buenos Aires. Luce en pleno centro porteño desde el año 1936. Simboliza las dos fundaciones de Buenos Aires y el izamiento por primera vez de la bandera nacional en la iglesia San Nicolás.
Corría el año 1936 y se vivía un año político especial. El anuncio de la erección del obelisco promovió un movimiento de repudio, a cargo de un numeroso sector del público y del periodismo. El clamor negativo fue desoído y los empecinados en llevar a cabo el proyecto aceleraron los trabajos. El obelisco porteño fue levantado en el término de 60 días.Sin embargo, a partir de su inauguración se acallaron todas las voces que lo desprestigiaron antes de nacer. Quedaron algunas, muy pocas, que insistían pidiendo su demolición. Pero el obelisco, nuestro obelisco, se fue imponiendo por la sóla razón de su presencia. Los ciudadanos comenzaron a mirarlo con buenos ojos. Lo sintieron como a un amigo, como un habitante más de la ciudad. Se constituyó en punto de referencia, en una especie de vigía.